COMO OFRECER CORRECTAMENTE LOS JUEGOS DE OLFATO

El objetivo de los juegos de olfato e inteligencia

Los juegos de olfato, mentales o de inteligencia son aquellos juegos para perros que presentan una cierta dificultad, contienen comida escondida y el perro, mediante su olfato y su cognición, tendrá que pensar cómo resolverlo para conseguir los trocitos de comida. Existen multitud de juegos de este tipo, algunos son comerciales, aunque también los podemos hacer nosotros mismos con rollos de papel de váter, cajas de cartón, hueveras... Si la dificultad es la adecuada para el perro y éste consigue resolver el juego, el perro aumentará su confianza en sí mismo y su autoestima. Se verá capaz de resolver las dificultades y le ayudará a tener mayor seguridad. A la vez, el uso del olfato y el hecho de pensar cómo resolver el juego les ayuda a usar su mente y a relajarse.

Por lo tanto, si los juegos se presentan de forma correcta y eligiendo bien su dificultad, pueden ser una muy buena herramienta para ayudar a los perros a ser más seguros de sí mismos y entretenerlos mentalmente. Sin embargo, si les presentamos un juego demasiado difícil o nuestra actitud durante el juego no es la adecuada, aumentarán los niveles de estrés negativo en el perro y éste puede llegar a frustrarse. Para evitar que esto ocurra, es importante saber cómo podemos presentar los juegos de olfato o inteligencia de la mejor manera posible.

antes de empezar

Antes de ofrecerle al perro un juego de este tipo, primero tendremos que pensar en la dificultad del juego. Si el perro no ha hecho nunca un juego de pensar, mejor que empecemos por los más sencillos. Es importante ir subiendo la dificultad muy poco a poco para evitar que se pueda bloquear con un determinado juego y llegue a frustrarse. Es cuestión de conocer bien al perro y pensar qué juegos creemos que va a saber resolver. Por otro lado, también es importante conocer la comunicación y el lenguaje de los perros para saber detectar durante el juego si el perro lo está resolviendo bien, o por el contrario, está mostrando demasiadas señales de estrés o se está frustrando.

el momento de ofrecerle el juego

Una vez ya hemos elegido qué juego le puede ir bien al perro, llega el momento de ofrecérselo al perro. Cómo el objetivo es conseguir reducir el estrés, no podemos añadir más estrés haciendo al perro que obedezca a órdenes como que se siente o que espere quieto a que le demos la orden de que empiece. Por lo tanto, siempre evitamos las órdenes, pero en este caso, todavía más. Entonces, en silencio, cogeremos el juego y lo dejaremos en el suelo para que el perro empiece a resolverlo sin darle ninguna indicación. Ha de ser libre de elegir si quiere hacerlo o si no le interesa y se quiere ir, nosotros solo se lo propondremos, nunca lo forzaremos. Por lo tanto, no habrá indicaciones ni al empezar, ni durante el juego ni al finalizarlo.

durante la resolución de los juegos de olfato

Mientras el perro esté intentando resolver el juego, nosotros no podemos intervenir ni ayudarlo, simplemente observaremos cómo lo va haciendo. Si viésemos que tarda mucho en resolverlo y se está empezando a frustrar, podemos ofrecerle un juego algo más sencillo o modificar algo del juego para que pueda terminarlo y acabar el juego con una buena experiencia y habiéndolo podido resolver. Es muy importante este aspecto, ya que si el perro no puede resolverlo, a parte de frustrarse, le puede bajar la autoestima y quizás otro día ya ni lo intentará.

Por lo tanto, no intervendremos durante la resolución, únicamente controlaremos la dificultad y si detectamos que nos hemos pasado, podemos hacer algún cambio para favorecer que lo resuelva. También es importante no molestarlo mientras está jugando, estaremos en silencio. ¿Te imaginas estar resolviendo un problema en el trabajo y tener a alguien al lado diciéndote todo el rato: ¡Muy bien!, ¡Venga, así, así!, ¡Prueba así!..." No te podrías concentrar en lo que estás haciendo y te estresarías más. Así que, estar en silencio ayudará a que el perro pueda pensar de forma más tranquila.

Cuando consigue resolverlo

Una vez el perro haya terminado de resolver con éxito el juego, no es necesario felicitarlo, solemos ser demasiado invasivos y habladores con ellos. El simple hecho de haber resuelto el juego por sí solo, ya es muy gratificante para el perro y aumenta su autoconfinaza. Por este motivo es importante que pueda terminar el juego resolviéndolo, así se quedará con la sensación de que lo ha conseguido, de que es capaz de hacerlo y será un poquito más seguro.

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