¿Cuánto ejercicio físico necesita un perro?
¿CUÁNTO EJERCICIO FÍSICO NECESITA UN PERRO?
¿Necesitan mucho ejercicio realmente?
Seguro que has escuchado en numerosas ocasiones que a los perros se les ha de cansar para que luego estén tranquilos en casa y esto implica, hacer paseos largos, llevarlos a correr o incluso a practicar algún deporte con ellos.
Pero... ¿es esto cierto?
Pensemos en la naturaleza del perro, en cómo vivían en sus orígenes como especie o en cómo siguen viviendo en otras partes del mundo.
¿Cuánto ejercicio realizan los perros libres?
Los perros que viven libres conviviendo con humanos en aldeas, pueblos, pero viviendo en la calle y siendo libres en todo momento de hacer lo que necesiten o quieran, pasan la gran parte del día descansando, tumbados en la calle observando o durmiendo.
Otra gran parte del día, irán en busca de comida, paseándose por las calles buscando en basuras, vertederos o pidiéndola a personas.
Los perros por su naturaleza no corren sin un motivo, éstos se reservan la energía para situaciones que lo requieran para su supervivencia, como pueden ser cazar alguna presa o huir de algún peligro. Por lo tanto, el hecho de correr sin un motivo, simplemente para ejercitarse, está muy lejos de lo que un perro necesita como especie.
¿Qué ocurre realmente en un perro cuando nos pasamos de ejercicio?
En el momento en que nos pasamos de tiempo en los paseos, especialmente en zonas urbanas con cantidades excesivas de estímulos, ya sea simplemente paseando o incluso estando largos ratos en parques caninos o realizando actividades como lanzamiento de pelotas o algún deporte canino, el perro irá generando hormonas de estrés y conforme más tiempo pase, menor será su capacidad para gestionar el entorno, llegando a casa todavía más nervioso y siendo incapaz de descansar, debido a los elevados niveles de adrenalina.
Consiguiendo realmente así, el efecto contrario al que esperábamos.
¿Quién ha decidido hacer ejercicio?
Esto ocurre cuando somos nosotros los humanos los que decidimos por ellos cuánto ejercicio necesitan y con ello decidimos la duración de los paseos, los lugares a los que ir, las actividades físicas que realizar... en lugar de dejar decidir al perro qué es lo que necesita y fijarnos en su comunicación para entender si realmente le está sentando bien o muestra incomodidad, estrés o cansancio.
Por otro lado, en muchas ocasiones los perros no muestran signos de dolor aunque lo estén padeciendo y es complicado detectarlo por nuestra parte. Entonces, ¿cómo vamos a obligarlo a hacer algún deporte canino o largos paseos sin saber si ese día se encuentra mal, tiene algún dolor o simplemente no le apetece?
¿Son beneficiosos los deportes caninos?
Centrándonos ahora en los deportes, ¿te imaginas a cualquier especie animal distinta a la humana, en estado de libertad, practicando un deporte o participando en una competición? Entonces, ¿por qué se hace con los perros? ¿Ellos han tomado la decisión de practicar ese deporte? ¿Tiene sentido para ellos correr largos trayectos sin un motivo de supervivencia o saltar obstáculos rodeados de gente mirando?
¿Les aporta algún beneficio o simplemente el beneficio es el orgullo que siente la persona que le acompaña?
¿Es una necesidad canina de su especie o es algo totalmente antinatural para ellos?
¿Es una necesidad del perro o es una necesidad que siente la persona?
En el momento en el que somos nosotros quienes tomamos decisiones sobre nuestros perros y elegimos lo que han de hacer, dejamos de lado sus propias necesidades y podemos llevarlos a hacer cosas que no quieren hacer, que no son naturales para ellos o que no les apetece por cualquier motivo, como puede ser el estrés, dolor, incomodidad en el entorno, no sentirse seguros...
¿Quiere decir esto que el perro ha de estar todo el día en casa sin moverse?
No, esto tampoco sería sano para su salud física.
El objetivo es entender bien cuál es la naturaleza del perro, comprender su comunicación, conocer bien al perro en cuestión y respetarlo.
¿Cómo dejamos entonces que un perro realice la actividad física que necesita?
En primer lugar, hemos de tener en cuenta al perro, su edad, su estado físico, su madurez mental... ya que en función de ellos, tendremos que adaptar los paseos.
Durante los paseos, que no deberían excederse en duración, especialmente en ciudades o zonas concurridas, es necesario dejar que olfatee tranquilamente el entorno. Es una de sus principales necesidades y que la pueda satisfacer durante los paseos, hará que se sienta mejor y llegue más relajado a casa.
Durante los paseos, es importante también dejar que pueda asegurar el entorno a su ritmo, olfatee todo lo que necesite y no añadir prisas. Respetar sus tiempos y dejar atrás la idea de que el paseo ha de ser a paso rápido para que se canse.
En alguno de los paseos diarios, si es posible por el entorno, es importante encontrar algún lugar donde poder dejarlo suelto y elegir un lugar tranquilo donde no hayan excesivos perros/personas. Es precisamente en estos momentos, cuando el perro va a poder canalizar su necesidad de actividad física, en libertad y siendo él quien decida cuánto ejercicio necesita. (En el caso de que sea un cachorro o no tenga la suficiente madurez para parar el juego o ejercicio, seremos nosotros los que tendremos que poner el fin a los pocos minutos, ya que él no va a ser capaz de parar)
En estos ratos en que pueda ir suelto, el perro maduro regulará su necesidad de ejercicio. Si lo necesita, correrá un poco y decidirá cuándo parar. Si no lo necesita, seguirá andando a ritmo normal o haciendo cualquier otra cosa. Pero, en cualquier caso, será él por propia decisión quien regule su ejercicio físico. No seremos nosotros los que le obligaremos a correr, ni a ir atado a una bici, ni participar en competiciones, ni saltar obstáculos. Dejemos que se autoregule, simplemente buscando esos momentos y permitiendo que sea él quién decida cuánto ejercicio necesita, ya que es quién mejor lo sabe.
Finalmente, siempre es positivo algún día de la semana salir de la rutina, ir a la montaña o al campo, cambiar de entorno y darle la oportunidad también de descubrir nuevos lugares y ejercitarse libremente.
